En una época en la que la frenética rutina diaria parece devorar cada instante de tranquilidad, el hogar vuelve a asumir un papel central: no solo como refugio, sino también como espejo del alma.
Cada vez más personas sienten la necesidad de reconectarse con la naturaleza, no solo en momentos de escapada, sino también —y sobre todo— en los espacios donde viven. Aquí es donde entra en juego el mobiliario de estilo natural: una elección estética, claro está, pero también una declaración de intenciones, una invitación a la sencillez, a la armonía y a la sostenibilidad.
Amueblar la casa con estilo natural significa crear ambientes que favorecen el bienestar, la armonía y el contacto con la naturaleza. Un enfoque de esencia y forma que apuesta por materiales naturales, colores neutros y soluciones sostenibles para transformar cada espacio en un refugio acogedor y relajante.
Los materiales: el corazón del estilo natural
Las esencias de los elementos presentes en la Naturaleza son sin duda las protagonistas de este estilo: el corazón del mobiliario natural es la materia viva. Piedra a la vista, fibras trenzadas, lino arrugado: cada elemento cuenta una historia, lleva consigo la belleza de la imperfección, esa pátina de vida que da autenticidad al ambiente.
La madera —clara o oscura, lisa o con nudos— o la textura de materiales que se inspiran en ella, como la cerámica con efecto madera, es la protagonista indiscutible: la encontramos en los suelos, en las mesas y en otros complementos que otorgan un sentido de continuidad con la tierra.
Junto a ella, materiales como el ratán, el bambú, el algodón orgánico, la cerámica. Los muebles no gritan, susurran: así nacen ambientes cálidos y acogedores, un bálsamo para la paz de los sentidos.
También la disposición del mobiliario sigue una lógica “orgánica”: menos geométrica, más fluida, con espacios pensados para el bienestar, la contemplación y la recogida: un sillón junto a la ventana para leer, una repisa con plantas colgantes, una cesta tejida que acoge mantas y libros…
La paleta cromática: tonos que evocan la naturaleza
El estilo natural prefiere colores neutros y terrosos, que van desde el blanco crema hasta el beige, del gris claro al marrón cálido. También se pueden usar matices de verde y azul, inspirados en bosques y mares, como acentos decorativos.
El objetivo es crear una atmósfera serena y luminosa, capaz de favorecer la relajación y el confort visual. Justo como Slate, una mezcla perfecta entre la elegancia del minimalismo escandinavo y la búsqueda del bienestar interior del arte japonés. Inspirada en la personalidad íntima de la pizarra natural, esta colección revela sus rasgos más auténticos en superficies sofisticadas e inconfundibles.
Con Slate, la Naturaleza devuelve su belleza estética más poderosa en una colección que abraza los opuestos. Su paleta de colores lo demuestra, con tonos y sugerencias de todo el mundo: Alaska, Amazonia, Ankara, Burgundy y Vulcano llevan a arquitectos y diseñadores a recorrer el planeta a través de matices, tonalidades y detalles. Desde el blanco puro hasta el gris claro, y las sombras del marrón.
Una paleta, la del mobiliario en estilo natural, que es mucho más que una simple selección de colores. Es una forma de vivir y comunicar, que pone en el centro la sencillez, la belleza auténtica y el respeto por el medio ambiente. Perfecta para quienes desean rodearse de calma y naturalidad, en casa o en sus proyectos creativos.
No solo colores “hermosos a la vista”, sino también —y sobre todo— impactantes desde el punto de vista emocional. El mobiliario se convierte así en un recurso para reducir el estrés visual, crear una sensación de paz y confort, y fortalecer el vínculo con la Naturaleza.


Elementos decorativos: el toque verde
Las plantas son presencias imprescindibles. No como simples decoraciones, sino como verdaderas compañeras de hogar. Monstera, pothos, helechos, cactus, hierbas aromáticas en la cocina. El verde doméstico no solo purifica el aire, sino que educa al cuidado y a la paciencia. Cada planta es un microcosmos, un vínculo con el ciclo de la vida que se renueva.
También las plantas suculentas y trepadoras son perfectas para añadir vitalidad a los espacios. Flores secas y ramas entrelazadas se utilizan en el estilo natural para decorar de manera sencilla y refinada.
Iluminación: valorizar la luz natural
Uno de los aspectos más importantes es el uso de la luz. Cálida, difusa, quizás filtrada por cortinas ligeras. Las fuentes de luz no deben invadir, sino acompañar, creando atmósferas íntimas y relajantes. Los grandes ventanales invitan a la luz a dialogar armoniosamente con el interior, ampliando el perímetro del espacio. El mobiliario en estilo natural se basa en la filosofía del “menos es más”, donde la fuerza de la elegancia resta elementos para añadir encanto. Mejor pocos objetos, pero de alta calidad, resistentes y duraderos.
“No creo que la arquitectura deba hablar demasiado. Debería permanecer en silencio y dejar que la naturaleza se disfrace con la luz del sol y el viento.”

Aliada fiel de la luz es DNA, el nuevo acabado Laminam presentado en el Salone del Mobile 2025. Se caracteriza por un relieve delicado pero firme, que sigue la gráfica de las irregularidades originales traduciéndolas en un elemento distintivo de diseño. Un rasgo dulce y al mismo tiempo virtuoso e intrépido, que emerge con poderosa elegancia de la superficie, otorgándole una nueva dimensión. Cuando la luz natural encuentra con su fuerza el relieve de DNA, nace la magia. Un encuentro que realza tanto los detalles individuales como el conjunto, iluminando características, pequeños detalles y matices que de otro modo serían imperceptibles. Así, los ambientes se cargan de códigos secretos, detalles únicos e irrepetibles: cada lugar es único en sí mismo.
Un estilo de vida más allá de la estética
Adoptar el estilo natural en la decoración no significa solo elegir ciertos materiales o colores, sino abrazar una filosofía de vida más sostenible y consciente. Reducir desperdicios, preferir objetos duraderos y crear un ambiente que respete el ritmo de la naturaleza son decisiones que mejoran la calidad de vida cotidiana. Una casa decorada con estilo natural se convierte así en un lugar de bienestar, equilibrio y belleza atemporal.